Hasta que dejes de ser media

Hace unos meses me preguntaba ¿cómo lo haces? ¿cómo logras levantarte por la mañana? sabiendo que la mitad de ti no está, salvo por su olor aún vivo en la almohada.

Hoy me lo has mostrado.
Es que lo sueñas, es que lo ves vivo en tus hijos,
es que lo ves aún palpitar en las paredes contruidas hace 60 años,
es que cada rincón grita su nombre.

Es como si aún ahí estuviese.
Claro que el prozac es una herramienta muy útil,
pero imaginarlo en el baño o el patio,
haciendo cualquier cosa,
pero ahí, es lo que te mantiene.

Aveces la realidad te golpea en el rostro, cariño.
Es cuando dices que le has soñado y despiertas mojada en sal.
Me gusta verte, pero sé que estarás mejor cuando vuelvas a ser una y no media.

Hasta entonces, cariño.